30 de diciembre

La semana pasada se me pasó como un tren. No paré ni un minuto y no pude escribir el informe, así que este será doble. El finde pasado fui al pantano. Mi viejo tiene una mini viña en Cebreros y todos los septiembres que no consigo escaparme a tocar, enmarrona a amigos y familia y nos hace levantarnos a las 7 de la mañana para coger una azada y un capacho y llenarlo de uvas. Blanca se escaqueó a última hora con una quedada estratégica y una presentación del fanzine Amigo Blas el sábado por la mañana en La Negra. Una serie de coincidencias le impidieron asistir un año más al evento vitivinicola. Qué pena, porque estuvo guay.

Semos de pueblo....
Agotados a eso de las 3 y después de darme el último baño de la temporada, Karine, Mikel y yo nos fuimos a Madrid a la Quimera, a ver el estreno mundial de La mirada del Tigre, grupazo de hardcore que acaba de nacer. Entre ellos y el último grupo, que fueron Wild Animals, no entré nada más que un ratillo a ver a AKP, los nuevos Akupuntura. Pero es que fuera se estaba guay, había mucha gente y encima, ahora en la Quimera sólo venden cerveza artesana y no me enorgullezco de decir que eso me hace irme fuera a menudo a comprar cerveza "no artesana", porque la verdad es que no me gusta mucho la birra fuerte o con mucho sabor. Yo soy un fiel consumidor de marcas blancas de supermercados, eso sí, muy fría que si no están asquerosas. Una vez fuimos a Bélgica a ver un amigo que estaba allí estudiando y pedí una Mahou en un garito de birras de importación, para que te hagas una idea. En La Quimera había una que se llamaba Escarabajo o algo así, que no estaba mal, la Veer tampoco me disgusta, la rubia. Pero prefiero latas de chino. El capitalismo ha matado mis papilas gustativas y a los 30 no pienso cambiar. El caso es que en la Quimera no dejan poner precio a las cosas, a excepción de la cerveza artesana, que tiene un mínimo de 2 euros. La verdad es que me cabrea mucho que algunas ocupas y centros sociales en general no dejen poner entrada para conciertos o actividades. Siempre lo hablamos. Montar conciertos para grupos en gira o sacar pasta para proyectos es más difícil. Tienes que hacer el concierto, la cena, cerveceo, un bono de apoyo en la puerta...Todavía lo haces en Alemania, y la peña pone pasta, pero aquí, a no ser que sea fin de semana con grupos locales que muevan peña es imposible montar algo y darle algo para la gasofa a alguien girando. Algunos pensaréis que esto es una tontería, algunos os sudará quien viene de gira. Yo creo que no todo tiene que ser político, el ocio es también importante y hacerlo de manera DIY y palmando pasta es meritorio, y el punk me importa. Así que cuando ví que lo único que tenía precio era la cerveza artesana que no me gusta, pues me puse a pensar en todo esto que os cuento.
Volviendo al sábado, después del concierto y 200 cervezas y media botella de licor café del Fon, la Laura Lechuguita cogió el GPS, que es una de sus herramientas favoritas según hemos ido descubriendo este finde, y se dispuso a llevar a una horda de borrachos al Penny Lane, (no sin antes reirnos de un jipi que hacía malabares en una pelota de medio metro con los pelos de las piernas afeitadas en espiral...pduajj). Allí disfrutamos de unos licores y humo condensado. Unas gilipollas entraron y le intentaron quitar la copa a Fon, Julio y yo intentamos en vano zancadillearlas, pero se escaparon, o las echaron del local, ya no me quiero acordar.

Esa semana también fuimos a un conci muy guapo en el Rock Palace de Nervosas, que es un grupazo de Ohio que hacen punk rock medio post, pero sólo medio, lo cual me agrada. El baterista era un bestia, tanto que por momentos no vi al resto del grupo fijándome en él, y eso que la guitarrista que estaba a mi lado tocaba muy bien. Siempre hago lo mismo, el otro día lo hablábamos volviendo de tocar; sólo me fijo en los bateristas, creo que viendo cómo tocan se aprende bastante, cosas de posición de cómo pegar...de un guitarrista, poco puedes sacar mirando. O eso creo yo. Vosotros qué mierda opináis? Pues me la suda. Porque este es mi blog y sólo hablo yo. Hice un par de fotos y os dejo el BANDCAMP por si queréis echarles una oreja.

Nervosas dándolo todo.
Ah, antes que ellos tocaron Wanda y la Mujer Pantera, que eran 2 chicas, bajo y batería que no estaban mal. Miraré por ahí si hay algo grabado pa ponerlo aquí. Ah, pues sí tienen, pero aún no han puesto temas. Pues entonces tendréis que ir a verlas la próxima vez, porque no se cómo describirlas. Cantaban las dos, eran bajo distorsionado y batería y tocaban punk.

La semana segunda de este informe, el jueves, fuimos al concierto del año, por lo menos hasta que vengan RVIVR y SHEER MAG en Octubre y diciembre respectivamente y la balanza caiga para uno de los lados. Este jueves tocaban en la Wurli RED DONS. Cuando terminaron el concierto, aún sudando de bailar "Symbols, slogans, lies" de Observers le pregunté a Blanca que cual era su segundo grupo favorito. Me dijo que no sabía, bueno, me dijo que G.L.O.S.S., pero no me lo creo.. Yo creo que mi segundo grupo favorito es Observers o Minor Threat, empate. Red Dons son muy buenos también, aunque no tanto como Observers, sin embargo me flipan porque el cantante es el mismo. También el bajista, o eso creo. Antes vivían en Portland pero se mudaron a Reino Unido y dieron lugar por un lado a Autistic Youth (batera ex-observers, aún en Portland); y Red Dons en UK. Como en el concierto de Nervosas, el baterista era un puto máquina. Pero en este caso la banda que le acompañaba es una pasada y tienen unas melodías que te envuelven y te matan. La voz igual, es una de mis favoritas. Tuve la oportunidad de conocerles porque a las 8 de la tarde, antes de que empezara el conci, les tuve que llevar 160 LPs de Accidente para que llevasen hasta Colonia, para Philipp, de Contraszt! Records. Llegué allí con la moto petada de cajas pesadas atadas de manera precaria con un pulpo del Rancio. Cuando les saludé y les dije que si sabían lo de los discos se descojonaron y me dijeron que no tenían ni idea, pero aceptaron el encargo del correo punk sin problemas. Me fui a jugar al fútbol al paseo imperial y volví a la Wurli a verles. Primero tocaron Las Cruces, que no me gustaron mucho. No son mi tipo, la verdad, aunque lo defienden bien y no tocan mal. Nos encontramos con Héctor Sudor, que estaba agobiado porque creía que no tenía que haber ido al concierto porque curraba al día siguiente y blablabla...pero si no hubieses venido te hubieses perdido un concierto muy grande. Justo siempre que veo al Héctor intento mirar para otro lado para evitarle porque hace un tiempo me hizo un dibujo para el Informe Semianal y aún no le he pagado por aquél trabajo. Creo que tras duras negociaciones el trato quedó en una cerveza, pero es que últimamente ando un poco corto de pasta y siempre que le veo voy con los bolsillos hacia fuera. Así que he decidido que como hoy he cobrao, y esto es verdad, le voy a pedir otro dibujo de Red Dons y así le compro dos cervezas del tirón o un cubo de la sureña y así me sale más barato.



Al terminar nos pillamos el disco nuevo que me parece una pasada y como buenos fans mexicanos les regalamos 3 CDs de Accidente a la guitarrista, que también toca en The Stops. Fue muy maja con Blanca, conmigo sólo se descojonó cuando llevé las cajas...Una pena que no bajen hasta Madrid, queríamos tocar con ellas y son otro grupazo. Pero ya sabéis, los grupos en gira se lo piensan muy mucho en bajar por la península y arriesgarse a ir a shitios como Madrid, donde es tan difícil pedir una sala donde cobrar una entrada de 3 o 4 euros...Pero por ahora, así está el tema.

Llegó el viernes y yo terminé de grabar a los cubanos que tengo en el estudio, la verdad es que son muy majos, pero el marido de la cantante es un plasta y desde el principio me ha parecido un gilipollas que no para de decir estupideces y opinar cuando no le llaman. Pues mira por dónde ayer me enteré de que es madero, si es que cuando el río suena...Corriendo me fui para la Quimera, monté sólo todo el equipo de sonido (no se por qué...bueno, me ayudaron los grupos), puse los micros e hicimos la prueba. Accidente empezábamos porque Blanca nada más acabar se fue a ver a Kurraka, que tocaban en el Juglar, vaya judía, estuvimos a punto de decirlo en la última canción y hacerle un pasillo por traitor!! jaja. Nos lo pasamos muy bien aunque hacía un calor en la sauna autogestionada okupada que no se podía ni respirar. Luego tocaron Nueva Generación, que  ya sabéis quienes son, son de Murcia ostia! Llevaban varios días de gira y se notaba porque tenían los temas super pulidos y más rápido de la habitual. Les hice esta foto.

Guille, El Cantón Murciano, tomando la plaza sin consultas.
Luego me salí fuera un rato y vi a los viejunos de Getafe, a la Crew del Lancho, Joni, Friser, Sacha, Eva...el hermano de Arón estaba to amarillo, jajaj. Les dije que para ser tan viejos estaban todo buenacos y se lo tomaron a mal los cabrones. La próxima vez les digo que son unos gordos, viejos y calvos, a ver si les sienta mejor. Sacha me echó en cara no haber tocado Rejas de color, y tenía razón, por eso la tocamos el sábado...Sin darme cuenta no ayudé a los Rude Pride a probar el sonido, (también es verdad que nadie del Todo por Hacer me dijo que estuviese encargado de hacerlo, pero bueno). Bajé y estaban empezando su intro de organillo, con una horda de skins jóvenes jadeando y balbuceando sus temas en inglés como cuando yo voy a ver a SNUFF y sólo me se los estribillos. Me dedicaron una canción y todo y me puse colorada. Hice una foto del pogo en el que se ve el morcilleo que había.

La Sauna de enfrente del ShiShang debe parecerse bastante a esto.
Al parecer entraron 400 personas, otras muchas se quedaron fuera porque en La Quimera tienen puesto ese aforo, y me parece bien que lo cumpliesen, la verdad. Mucha gente se cabreaba en la entrada porque no pudieron entrar, pero es lo que tiene llegar tarde. Después de beber unas Veer de esas que no me gustan y comernos una lasaña y unas albóndigas riquíshimas, Laura nos recogió con su Jumpy y tiramos pa Getafe.

Esto lo pongo aquí porque el Chuso se ha pasado al vegetarianismo y me va a invitar a soja.
Ah y con el Riul (a la derecha) tienen un nuevo grupo que lo va a petar.
Y es que por la mañana, (bueno al final salimos a las 2 casi), salímos para Oviedo, donde tocábamos en La Lata de Zinc. Nuestro amigo Riva, un business-man al mando de Pifia Records (junto con Nestorín) que siempre va con sombrero, nos esperaba allí con su amabilidad y generosidad habitual. Tocábamos con Juvenilia, que es un grupo de Madrid que mejor no escuchéis porque es para arrancarse los oídos, bueno, al menos es lo que me pasa a mí, a vosotros lo mismo os gusta (esa puta mierda). Laura nos hizo esta foto por el camino, en un merendero que olía a mierda.

Parchis se han reciclado por accidente...que gracioso soy eh.
En realidad fuimos a tocar a La Lata porque estamos enamorados de la cocinera polaca que curra allí (ays...), y porque fuimos con en anteriores capítulos y conocimos a Pablo de Discos Humenates, que es un buen personaje y una buena persona, aunque tiene la tienda echa un desastre. Nos comimos unos buenos espaguetis al CSO y empezamos a embucharnos unos litros de cerveza que Riva no paraba de sacar a los bancos de fuera de la Lata. Allí vimos a Mario, el último asturiano que sigue en Asturias, y su amigo con gafas que sale en las fotos. También vino a vernos la prima de Blanca, que se llama Almu y es muy maja y nos hizo estas fotos que le he robado.


Juvenilia tocó y bajamos tajadetes a empezar, y en ese fulgurante instante, sucedió algo. El punto de inflexión que convertiría una noche del montón en una noche mágica de desmadre y desenfrenos por las calles de Oviedo. Cuando todos estábamos listos para tocar, me acordé de que en el coche me había dejada olvidada una botella de licor café (licor Pablé) que me habían regalado Pedro, Dani y Ruth por mi cumple, y que desde entonces había cogido polvo en mi triste armario de bebidas.

Mi triste armario de bebidas.
Raudo y veloz, me descolgué la guitarra y salí corriendo abriéndome paso ante la gente que esperaba que empezásemos de una puta vez. Cogí la deseada botella, y fui a la barra a que me la abriesen. Los camareros y mi amada cocinera se entusiasmaron al ver una botella de licor café hecho a mano y les invité a unos chupitos para ganar puntos. Luego bajé corriendo y ofrecí mi tesoro a los miembros y miembras de accidente, a Laura y a toda la peñita. El pedo, que hasta entonces tenía una ascendencia proporcional según la escala 1.1, se volvió exponencial, como vemos en la escala 1.2.

Queda claro no?
Y desde ese momento hasta las 6 de la mañana el delirio reinó la noche. Sólo con deciros que nos hicimos un bis, "enamorado de la muerte" incluído. Luego cogimos nuestros bártulos, los gin tonics y doscientos litros de cerveza y nos dirigimos a Oviedo. Algunos dirían simplemente que lo pasamos bien, otros dirán que hicimos bolos humanos contra contenedores de basura por las calles, otros muchos afirmarán habernos visto bailando en la barra y tocando el piano a puñetazos en algún garito perdido de Oviedo. Otros creerán que jugamos a la güija con un cenicero que salió volando, guiado por algún espíritu. Seguramente alguna persona nos vio escanciando ron y saltando la valla del hostal en el que dormíamos, como guerreros de la noche. Pero lo cierto es que yo no me acuerdo de nada. Menos mal que mi movil y los de mis amigos no bebieron tanto como nosotros y sus cámaras dejaron testimonio de lo sucedido.


Bueno, sólo me acuerdo de estar tocando el piano a puñetazos de un bar y que el tendero me pilló a mala leche las manos con la tapa, harto de tanto desmadre. Le dije que estaba tocando un re sostenido y un sol becuadro, no se lo creía, el muy notas. También me acuerdo que llegamos a patas al hostal y el Rancio, que andaba bailando tuerkin, empujó con su culo a Carlitos, y éste se calló y se arregló la espalda en aquellas escaleras quiroplásticas. El dueño del hostal nos echó una buena bronca por el ruido, y con razón. Dormimos y todo quedó en buenas palabras con él por la mañana, cuando nos preguntó que cual de los grupos éramos (y todos pensamos en decirles Jevenilia), supongo que para poner un cartel de veto en la puerta para futuras ocasiones. El tío era majo, en realidad tampoco fue para tanto, sólo que lo exagero para que disfrutéis del relato. Por la mañana nos hicimos esta foto a los Minor Threat, pero no tan strikis.


El Pablo humeante nos dijo que si las letras nos las hacía otra peña, que somos unos desgraciaos. Pero de buenas eh. Nos despedimos y agarramos la carretera al ritmo de Short Days. Nuestros amigos en Madrid nos decían por el móvil que varios nazis estaban dando vueltas por Lavapiés y que habían pegado a gente el finde. A las 22 hicieron una mani en sol contra el resultado de las elecciones catalufas y todo... Así que Blanca y yo agradecimos mucho que Laura Lechuguita nos acercase hasta casa sanos y salvos. Bueno, sanos menos.

Y ese ha sido el informe de estas dos fulgurantes semanas, espero que os haya gustado y nos vemos la semana que viene aquí si os atrevéis, gallinas. El lunes, venid al conciertazo que montamos de LA MIRADA DEL TIGRE + HARRY + START AT ZERO. Aquí tenéis la info. Y el cartel que es precioso, jiji.



Un abrazo,

Nunca pasa nada.

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